Con motivo del mes de conservación de patrimonios nacionales en otoño, Pyongyang se esmera en la protección y mantenimiento de los vestigios de interés histórico y cultural.
Una vez construido magníficamente el Museo de Rangnang, el capitalino municipio de igual nombre se dio a la tarea de convertir las zonas periféricas en un bosque.
El municipio Jung reparó parcialmente el Pabellón Ryongwang y la Puerta Taedong y llevó a cabo el repinte, el cubrimiento de tejas y el ordenamiento del contorno.
El de Phyongchon impulsa el proyecto de restaurar la muralla de la ciudadela (exterior) de Pyongyang y ordenar el ambiente periférico.
Para el confort de los visitantes, el distrito de Kangdong acondicionó el patio de educación e instaló los letreros de guía y atención en la cueva Rimgyong, registrada como reliquia protegida.