Un sirviente.

No son pocos los traidores a la patria impregnados de servilismo que se registran en la historia política surcoreana manchada de adulación y quisquillosidad.

No es demasiado decir que el actual presidente surcoreano Yoon Suk-yeol es un traidor del siglo incomparable con los sucesivos gobernantes surcoreanos.

De hecho, una prueba de su proclividad aduladora es el hecho de que la camarilla de Yoon sigue los pasos de Estados Unidos para realizar la «estrategia de alianzas» últimamente.

Ahora la camarilla Yoon adopta una actitud positiva en los movimientos de EE.UU. para construir la alianza militar tripartita arrastrando a Japón en el nexo entre Corea del Sur y EE.UU.

En este sentido, tras el ejercicio conjunto antisubmarino de Corea del Sur, EE.UU. y Japón con la «Fuerza de Autodefensa» de la marina japonesa, realizado a finales de septiembre, se llevó a cabo el simulacro conjunto de defensa antimisiles.

Últimamente la camarilla Yoon adula a los reaccionarios japoneses siempre que puede.

Se trata de colaborar estrechamente con EE.UU. para construir un nexo militar tripartito.

Yoon Suk-yeol no solo se aplica a la alianza antichina liderada por EE.UU. para presionar a China en los ámbitos económico y militar, sino que se alía con EE.UU. para fortalecer el nexo antirruso en un intento de aislar universalmente a Rusia.

Voló a Europa para participar en la cumbre de la OTAN para complacer a Estados Unidos.

Además, impulsa el despliegue adicional del THAAD adhiriéndose a la participación en la Cuadrilateral.

Es bien sabido por el mundo que lo hizo por un motivo insensato para escapar de una grave crisis política dentro y fuera siguiendo los pasos de EE.UU. sin condiciones.

Su conducta imprudente traerá un desastre catastrófico a Corea del Sur.

Sin embargo, sigue dispuesto a someterse a las fuerzas extranjeras bajo el control de EE.UU. y Japón.

Yoon Suk-yeol no solo es un sucio traidor que adula a EE.UU. y Japón para mantenerse en el poder, sino también un lacayo muy superior en sus inclinaciones pro-estadounidenses y pro-japonesas a todos los sucesivos gobernantes surcoreanos.

Es, con mucho, el peor de todos.