La operación de corazón requiere gran capacidad del médico, en otras palabras, alto grado de tensión y avanzada ciencia y tecnología.
Esta aptitud la posee Ri Chol Jin, jefe de la sección de cirugía cardiovascular del Hospital Pediátrico Okryu.
Hace unos 20 años, tras haberse graduado del Instituto Superior de Medicina de Pyongyang y el curso de doctorado, comenzó como médico de la sección de cirugía cardiaca infantil del hospital adscrito a este plantel.
Con el ideal de explorar una avanzada tecnología en la operación y tratamiento cardiacos, se adiestraba en sus habilidades a través de las pruebas y prácticas. En este curso realizó decenas de simulaciones midiendo el tiempo con un cronómetro.
Para asegurar la exactitud, flexibilidad y rapidez del sentido de dedos, llevó algunos años ocupado en el bordado.
En sus esfuerzos para desarrollar la tecnología de punta, completó el método de operar y curar la cardiopatía congénita infantil y realizó exitosamente 300 operaciones cardiovasculares, rompiendo el récord de 150 operaciones al año.
En esos días logró éxito en la operación de tetralogía de Fallot, la más peligrosa entre las cardiopatías congénitas, valiéndose del método de cirugía cardiaca basado en toracotomía derecha, una de las técnicas más avanzadas reconocidas por el círculo médico mundial.
Pak Yun Mi de 17 años que vive en el municipio Pothonggang de la ciudad de Pyongyang y otros que sufrían dicha enfermedad se recuperaron tras haber recibido sus operaciones.
Una vez inaugurado el Hospital Pediátrico Okryu en Pyongyang, Ri Chol Jin se desempeñó como jefe de la sección de cirugía cardiovascular de este centro sanitario dotado de modernos equipos, y dedicó esfuerzos incansables a alcanzar el nivel mundial de la cirugía cardiaca infantil.
Como resultado, él adquirió la habilidad capaz de ejecutar operaciones difíciles y complicadas como las de los defectos de septal auricular y ventricular.
Además, presentó muchas ideas e invenciones valiosas, incluyendo el doble drenaje de cavidad pericárdico-pleural y la sutura atraumática cíclica, haciendo posible ahorrar mucha mano de obra, desinfectantes y artículos de consumo necesarios para la operación cardiaca.
Gracias a su cálido amor y devoción, el hijo mudo (10 años de edad) de Jang Sim Jong que trabaja en el correo del distrito Unryul, provincia de Hwanghae del Sur, se recuperó al cabo de tres meses y una niña de una aldea montañosa en la parte septentrional del país se salvó del peligro de la muerte.
Y otros pacientes en estado más crítico se rehabilitaron tras haber recibido la operación de Ri.
En reconocimiento de su abnegación por salvar la vida de los niños, el Estado le confirió el premio de mejor inventor.
Hoy también él continúa el camino de abnegación por la risa de los niños y la felicidad de las madres.