Las mujeres que ocupan la mitad de la población de la República Popular Democrática de Corea constituyen fuerza potente de la sociedad.
Todas ellas, convertidas en dueñas del país, ejercen su derecho como entes sociales.
Las trabajadoras como hilandera, tejedora, costurera, barrendera, médica y profesora se eligen diputadas de la asamblea popular, mientras incontables mujeres trabajan en órganos del poder de todos niveles. El 10 de marzo de 108 de la era Juche (2019) tuvo lugar la elección de diputados para la XIV Legislatura de la Asamblea Popular Suprema de la RPDC, en que 687 candidatos registrados en la nómina de votantes fueron electos como diputados en escala nacional, de los cuales 17.6 por ciento son las mujeres.
La casa cuna, el jardín de infancia y los establecimientos de servicio público en zonas residenciales, fábricas y empresas ofrecen condiciones favorables a las mujeres para que ellas puedan dedicarse al trabajo sin preocupación alguna. El Gobierno brinda beneficio social especial a los trillizos y cuatrillizos, para no hablar de sus madres. Respeta y aprecia socialmente a las multíparas e, incluso, les otorga hasta el título de la Heroína del Trabajo.
Entre ellas figuran Pak Kuk Ok de la comuna Sogo, distrito Chonma, provincia Phyong-an del Norte, Ri Pyong Hui del barrio Panghasan, ciudad de Wonsan, provincia Kangwon y Pak Un Jong del barrio obrero Rimgyong, distrito Kangdong de la ciudad de Pyongyang que parieron y crían a 10 hijos. El país les entregó la tarjeta de tratamiento médico de familiares de multípara y cuando se ingresaron en la Casa de Maternidad de Pyongyang para el alumbramiento les suministraron la miel silvestre y distintos tónicos. Cuando participaron en las conferencias estatales, incluyendo la IV Conferencia Nacional de Madres, les otorgaron el título de la Heroína del Trabajo, máximo honor para el ciudadano de la República.
Las coreanas se someten al chequeo médico periódico en el Instituto del Tumor Mamario, adjunto a la Casa de Maternidad de Pyongyang y otras bases del servicio médico especializado, mientras eligen libremente los oficios según su aspiración y talento y llevan una vida laboral digna.
Sus derechos se garantizan estrictamente por varias leyes, incluyendo la Constitución Socialista de la RPD de Corea, la Ley de Aseguramiento de Derechos de las Mujeres, la Ley Socialista del Trabajo y la Ley de Crianza y Educación de los Niños, y por las medidas estatales y sociales.
De ahí que las mujeres coreanas consideran como dignidad y felicidad de la vida trabajar para el desarrollo del país.
Pueden citar como ejemplo Choe Jong Sun, obrera de la Zapatería de Sunchon, Ri Sang Nyo, conductora de la Empresa de Trolebús de Pyongyang Sur y Yun Won Ok, jefa de brigada de la Granja Cooperativa Especializada en Verduras de Jangchon del municipio Sadong quienes llevan decenas de años trabajando en una profesión, con el apego al trabajo.
También figura Hyon Ok Ju, directora de la Fábrica de calorífugos de construcción del Complejo Termoeléctrico de Pyongyang que se encargó voluntariamente de la investigación y completó la técnica de producción de ladrillos adiabáticos con cenizas blancas para contribuir al desarrollo de la industria eléctrica. Su invento surte gran efecto en la producción de energías eléctricas y disfruta de buenas reputaciones por eliminar la contaminación medioambiental.
Además, surgen de ellas muchas poseedoras de la moral comunista y bellos rasgos.
Ayer ellas, rebosantes del vigor vital, celebráron de modo significativo el 112 aniversario del Día Internacional de Mujeres 8 de Marzo.