La Península Coreana es el punto más candente del mundo y un foco de guerra.
Con la ocupación de más de 70 años del Sur de Corea por parte de las tropas estadounidenses, los equipos bélicos de varios tipos colocados por Norteamérica en todo el ámbito de Corea del Sur y los sucesivos simulacros de guerra nuclear que realizan el imperio y Surcorea, en la Península Coreana perdura una crisis por la que se puede desatar en cualquier momento una nueva guerra.
Pero, aquí se preserva la paz. He aquí el motivo.
La República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea) está convencida de que en la actualidad cuando se prepondera la coacción y la agresión del imperialismo solo el fusil garantiza la soberanía y la dignidad nacional, así como la paz y la estabilidad de la región, aplicando la original política del Songun (priorización de los asuntos militares) para fortalecer el poderío militar.
Kim Jong Un, Máximo Dirigente de la RPD de Corea, el 15 de abril de 2012, ante el mundo pronunció su primer discurso oficial, en el que dijo que marchar por el camino de la independencia, el Songun y el socialismo era la estrategia de eterna duración de la RPD de Corea. Bajo su dirección, este país hoy se ha convertido en una potencia militar que ningún enemigo se atreva a tocar.
Frente al extremo chantaje nuclear y la intención de agresión de Estados Unidos, la RPDC se hizo con la bomba atómica y en enero de 2016 alcanzo el éxito en la prueba de la bomba de hidrógeno, colocándose en la primera fila de las potencias nucleares.
Declaró solemnemente que el golpe anticipado con armas nucleares no era en modo alguno el monopolio de Estados Unidos, lo cual ha asombrado al mundo.
Pese a esta advertencia de la RPD de Corea, si Norteamérica enciende la mecha de la guerra nuclear, o si se siente en lo más mínimo cualquier indicio de ello, los medios de golpe nuclear de la RPD de Corea, en un santiamén, harán volar por entero las sedes de agresión y las bases militares exteriores del imperio. Los lanzacohetes de gran calibre y de nuevo tipo que tienen a su alcance los principales objetivos de las regiones de las operaciones de Corea del Sur, los cohetes estratégicos intercontinentales apuntando a las bases militares estadounidenses en el Pacífico y al territorio estadounidense, así como los misiles balísticos de los submarinos estratégicos calificados de “pavor oculto”, están dispuestos a cortarle la vía respiratoria al imperio en cualquier tiempo y lugar.
Lo grande que es el poderío del Songun de la RPD de Corea preparado para el combate a muerte contra Norteamérica, quedó bien demostrado en agosto de 2015, cuando la Península Coreana estaba al borde de la guerra.
Entonces, ante la provocación del ejército surcoreano, el Ejército Popular de Corea (EPC), inmediata e impecablemente entró en el estado de guerra, se preparó plenamente para el combate, lo cual le causó pavor al imperio y al ejército surcoreano. Los misiles y cañones de varios tipos del EPC pronto se prepararon para la partida y varias decenas de submarinos desaparecieron inmediatamente. La autoridad militar surcoreana que lo había presenciado, comentó: “La facultad para la guerra del Norte nos sorprendió sobremanera”, “La fuerza bélica revelada del Norte, aunque no fuera todo su potencial, bastó para superar completamente lo que imaginábamos”. La autoridad militar estadounidense expuso que la RPD de Corea, reforzando con prontitud las fuerzas bélicas, se preparó para el combate y esto era algo serio. El imperio que instigaba a las autoridades surcoreanas a desencadenar la guerra, se atemorizó y las disuadió sin atreverse a inmiscuirse.
He aquí otro ejemplo.
En enero de 2015, frente a los ejercicios militares agresivos de Norteamérica, el EPC realizó ejercicios de golpe sobre un blanco marítimo, que simulaba a la escuadra de los portaaviones estadounidenses. Hacia un islote, junto a la escuadra simulada de los portaaviones norteamericanos, los medios de golpe de los cuerpos del EPC abrieron fuego implacablemente y el trueno estremeció la tierra. Se trataba de una escena que hacía imaginar el territorio estadounidense, que se sumergiría en un mar de fuego en el caso de que el imperio agrediera a la RPD de Corea.
Este país está plenamente preparado para hacer frente a cualquier tipo de guerra que Estados Unidos quiera, y opta tanto por la vía basada en armas convencionales, como por la nuclear. Responder al ataque con bombas atómicas y misiles de Estados Unidos con el contraataque con la bomba atómica justiciera y misiles, a las provocaciones con el instantáneo contragolpe y a la guerra agresiva con la gran guerra para la reunificación del país, esta es la firme voluntad de la RPD de Corea.
En octubre de 2015 se efectuó el desfile militar por el 70º aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea, lo cual mostró otra vez ante el mundo el incalculable poderío del EPC. Los diferentes tipos de armas tácticas modernas, misiles de nuevo tipo, complejos de antimisiles y otras armas corroboraron que la declaración de la RPD de Corea de que la superioridad de la técnica militar ya no es el monopolio de los imperialistas y que el tiempo en el que Norteamérica, con bombas atómicas, amenazaba a la RPD de Corea, se acabó para siempre.
A la RPD de Corea, país poderoso por el efecto del Songun (priorización de los asuntos militares), no la puede tocar jamás el imperio. Si este, aun embriagado de su “fuerza”, prende la mecha de la nueva guerra en Corea, esto lo hará desaparecer para siempre del planeta.
Estados Unidos sabe esto y ahora evadiendo el choque con la RPD de Corea, solo incita al Consejo de Seguridad de la ONU que le sirve de esclavo, para aplicar “sanciones” internacionales.
La paz nunca se logra mendigándola.
¿Qué pasó en Iraq y Libia que, engañados por Estados Unidos, por sí mismos destruyeron los misiles que consiguieron a cambio de la sangre y el sudor de la nación y renunciaron al programa nuclear?
Si la RPD de Corea hubiera menospreciado, aunque fuera en lo más mínimo, el fortalecimiento de la fuerza militar, Norteamérica le hubiese asestado el golpe militar, la Península Coreana hubiese caído en la guerra y la paz de la región se habría quebrantado despiadadamente.
La RPD de Corea, país poderoso gracias al Songun y que solo consigue victorias, demuestra patentemente que solo sobre el fusil de autodefensa descansan la seguridad del país, de la nación y la paz.